Proyecto de construcción de una nueva esclusa en el Puerto de Sevilla con una estructura de hormigón armado de 434 metros de longitud, manga útil de 35 metros y muros de hasta 20 metros de altura y 4 de espesor, para la cual se emplean 300.000 m³ de hormigón y 20 millones de kg de acero corrugado. El presupuesto de las obras ascendió a 202,7 millones de euros.
Entre las actuaciones marítimas más significativas destacar la construcción de un recinto estanco de 600 m de largo, 300 m de ancho y 20 m de profundidad media por debajo del nivel freático, para lo que es necesario remover 1.600.000 m³ de tierras. Para conseguir la estanqueidad se efectúan una pantalla perimetral de bentonita-cemento de 30 m de profundidad y 1 m de espesor, manteniéndose así en seco el recinto de construcción.
La esclusa dispone de cuatro puertas de corredera de dimensiones 42x20x6 m en cuya fabricación de han utilizado más de 3 millones de kg de acero. También se han instalado tres puentes basculantes, dos para carretera y uno para ferrocarril.
La obra marítima se completa con cuatro muelles de tablestacas, los diques de cierre y un atraque tipo “Duque de Alba” en la ante-esclusa de 30 m.
La obra terrestre se completa con la construcción de cuatro edificios (torre de control, maquinaria y servicios generales), la urbanización de la zona y la construcción de viarios de carretera y ferrocarril de acceso a los 3 puentes móviles.
Se trata de un proyecto integrado en los nuevos esquemas de sostenibilidad ambiental. Por un lado, en cuanto al estricto cumplimiento del programa de vigilancia ambiental diseñado, con actuaciones previas como un proyecto de intervención arqueológico, así como informes de la fauna y de la flora protegida. Y, por otro, en cuanto al reducido consumo energético necesario para su funcionamiento, ya que opera a modo de vasos comunicantes, aprovechando la variación de niveles de agua generada por las mareas.